La presidenta de Georgia, Salome Zourabichvil, ha ejercido su derecho a veto sobre un polémico proyecto de ley conocido 😆 como "agentes extranjeros", y ha instado al gobierno a no anular su decisión en relación con una ley que, en 😆 palabras de la mandataria, es "rusa en esencia y espíritu".
Zourabichvil cumplió su amenaza de utilizar su poder de veto el 😆 sábado, aunque el partido gobernante Georgian Dream cuenta con los votos necesarios para anular su decisión.
"Hoy he vetado una ley 😆 rusa", declaró la presidenta. "Esta ley es rusa en su esencia y espíritu. Contradice nuestra constitución y todas las normas 😆 europeas, por lo que representa un obstáculo para nuestro camino europeo".
Bajo la ley de transparencia de la influencia extranjera, que 😆 fue aprobada en su tercera y última lectura la semana pasada, las organizaciones de la sociedad civil y los medios 😆 de comunicación que reciban más del 20% de sus ingresos del extranjero estarán obligados a registrarse como "organizaciones que sirven 😆 a los intereses de un poder extranjero".
La legislación ha provocado manifestaciones multitudinarias en la capital, Tbilisi, donde cientos de miles 😆 de personas acusan al gobierno de intentar desacreditar a las voces disidentes tachándolas de traidores.
La ley se considera una copia 😆 de una ley rusa introducida en 2012 y utilizada como herramienta para reprimir a aquellos con simpatías occidentales.
La UE ha 😆 advertido de que la ley será un obstáculo para la adhesión del país a la UE, mientras que EE.UU. ha 😆 advertido de que la legislación y el discurso antioccidental del gobierno están convirtiendo a Georgia en un "adversario", y que 😆 podrían retirar miles de millones de ayuda económica y militar.