A simple vista, no hay nada particularmente notable en estos gusanos.
La forma larval de la mariposa Galleria mellonella, ♣ también conocida como oruga de la cera o polilla de la cera, se alimenta de la cera que las abejas ♣ utilizan para hacer su cera. Para los apicultores, son plagas de las que intentan deshacerse rápidamente, sin pensárselo dos veces.
Pero ♣ en 2024, la bióloga molecular Federica Bertocchini, que en ese momento estaba investigando el desarrollo embrionario de vertebrados en el ♣ Consejo Nacional de Investigación Español, se topó con un posible descubrimiento revolucionario desde el punto de vista ambiental que involucraba ♣ a estos animales.
Apicultora aficionada, Bertocchini se encontró con estas orugas por casualidad, cuando estaba limpiando su colmena.
"Las puse en una ♣ bolsa de plástico y, en poco tiempo, me di cuenta de que estaban haciendo agujeros (en la bolsa)", dice ella ♣ a slots casino adventures Earth.
Había algo que hacía que el plástico se degradara al entrar en contacto con sus bocas.
"Fue un verdadero ♣ momento eureka — fue increíble", recuerda Bertocchini, refiriéndose al descubrimiento inicial y a lo que aquello significaba.
"Fue el principio de ♣ la historia. El principio del proyecto de investigación, de todo."
Las orugas estaban haciendo algo que nosotros, como seres humanos, encontramos ♣ extremadamente difícil de hacer: descomponer el plástico, que tarda de varias décadas a siglos en degradarse completamente.
Bertocchini y sus colegas ♣ investigadores comenzaron a recolectar el líquido excretado de la boca de las orugas. Descubrieron que esta "saliva" contenía dos enzimas ♣ clave, llamadas Ceres y Demeter -en honor a las diosas romanas y griegas de la agricultura, respectivamente- que eran capaces ♣ de oxidar el polietileno en el plástico, essentially descomponiendo este material al entrar en contacto con el.
"Toma unas horas, a ♣ temperatura ambiente, en solución acuosa", explica.
Además, las orugas parecían estar digiriendo el plástico como si fuera alimento.
"Cuando el gusano come ♣ el plástico y comienza a degradarlo, su intestino reacciona prácticamente como si estuviera comiendo un alimento normal. Eso significa que ♣ hay algo sucediendo con la fisiología del animal que extrae algo de esta biodegradación del plástico. Y simplemente continúa, como ♣ si fuera una dieta normal", afirma Christophe LeMoine, profesor de fisiología comparativa en la Brandon University, en Canadá, a slots casino adventures ♣ Earth.
Inspirado por los descubrimientos de Bertocchini, también comenzó a estudiar estas orugas.
"Descubrimos que el plástico permitió que ellas retuvieran toda ♣ la grasa y, presumiblemente, continuaran con su ciclo de vida", añade.
En pocas palabras, estas orugas están engordando con todo lo ♣ que ven por delante, antes de transformarse en mariposas, momento en el que no comen más, solo se reproducen.
"Siempre las ♣ llamo gónadas que vuelan, porque es todo lo que hacen", bromea LeMoine.
Dejar a estos gusanos sueltos en un entorno contaminado ♣ con plástico puede ser peligroso para los ecosistemas, especialmente dada su capacidad de destruir colmenas de abejas, como observa Bertocchini.
Pero ♣ ella tiene esperanza de que las enzimas que estas orugas producen puedan ayudar en el futuro a combatir la contaminación ♣ por plástico a nivel mundial.
Hay, por lo tanto, una carrera en curso para descubrir cómo funciona este mecanismo.
"Esa es la ♣ pregunta de un millón o un billón de dólares, porque una vez que descubramos esto, podremos descomponer un billón de ♣ dólares en plástico", subraya LeMoine.
Bertocchini ahora es directora de tecnología de la startup de bioresearch Plasticentropy France — ella trabaja ♣ con un equipo para estudiar la viabilidad de aplicar estas enzimas para uso generalizado en la descomposición del plástico.
"El objetivo ♣ principal es ser capaz de aplicar estas enzimas a los residuos plásticos", explica Bertocchini.
"Realmente quiero que este descubrimiento y tecnología ♣ sean desarrollados y transformados en una solución que podamos usar globalmente."